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A este blog nada le es ajeno . Su autor cree en la bondad de los extraños, en la simpatía de los desconocidos y en los grandes y pequeños misterios.

jueves, 29 de abril de 2010

Y se va la segunda...

El tema manifiesto de la novela La tía julia y el escribidor, es el de una historia amorosa, pero el «profundo» es el de la literatura misma, la oposición entre dos tipos del arte novelesco. Es ésta una base excelente para un análisis estructural de los diferentes recursos empleados por ambos autores: el ficticio Camacho y el real Vargas Llosa.
En el primer nivel del texto, el de la «historia» el lector se encuentra en la novela La tía Julia y el escribidor ante varias historias de diferentes personajes que al parecer no tienen nexo alguno entre sí. Únicamente los capítulos impares y el último se dejan resumir de forma lógica y cronológica como una trama continua, ya que se trata de la vida del joven ‘Marito’ o ‘Varguitas’ y sus relaciones, principalmente con la tía Julia y el «escribidor» del título, Pedro Camacho, que indirectamente (en diálogos sobre sus radioteatros y sobre su propia persona) pasa a ser componente del romance entre el narrador y la tía.
Los capítulos pares no se dejan reducir al nivel de historias secundarias o episodios puesto que no tienen relación directa con el protagonista «yo», sino que se encuentran en otro nivel ‘ficticio’. Estos segmentos introducen continuamente nuevos protagonistas y acontecimientos: el segundo capítulo, por ejemplo, relata la historia de un incesto entre hermanos, el cuarto un asesinato por orden superior, el sexto la presunta violación de una chica y la automutilación del violador y así sucesivamente. El único elemento común de estas historias es el carácter sensacionalista y tremendista.

A) ¿Cuál es el narrador que configura ambos estilos y qué persona gramatical usa (1era., 2da., 3era.)?
B) ¿Cuál es el conflicto de la trama principal y por qué se produce?
C) Dice Rita Gnutzmann: “Las demás historias relatadas en los capítulos pares repiten este conflicto básico, Vida - Muerte, una orgía de aventuras, desgracias y suspense hasta un cataclismo final (…) los conflictos de los capítulos pares son obviamente más primitivos e irracionales ”
¿Cuáles son los temas bajo los que se presenta este conflicto básico en cada capítulo y por qué esos conflictivos -valga la redundancia-? (un Ej sería; "el incesto entre hermanos")
D) Los recursos lingüísticos son el campo donde los autores más se diferencian. Por esta razón el lector puede esperar que la novela distinga claramente entre los estilos y recursos lingüísticos de los dos, Vargas Llosa y Pedro Camacho
a) Nos ocupamos en primer lugar del estilo del narrador “yo”, que corresponde a la voz del propio Vargas Llosa. Salta a la vista el lenguaje referencial, poco poético, de los capítulos impares.
Adjetivación
Al contrario de lo que pasará en los capítulos del autor Camacho, destaca la falta o pobreza del adjetivo.
Americanismos
Merece atención el frecuente uso de americanismos, congruente con el tono referencial y coloquial. El propio autor usa americanismos y regionalismos como «vereda» (por acera).
Figuras
En el nivel semántico abundan las figuras de humor e ironía, frecuentes en esta parte de la novela

b) Pedro Camacho
Adjetivación citamos enseguida la descripción estereotipada en todas las radionovelas de un personaje en la flor de la edad, «frente ancha, nariz aguileña, mirada penetrante’. Este elemento retórico o de clisé trasluce en toda la adjetivación (por ej. «pesadilla persistente, nuevas fuerzas”)
Acumulación esta tendencia se repite igualmente en los sustantivos y verbos, « las catástrofes naturales —lluvias, plagas, desbordes— y las limitaciones humanas —falta de mano de obra, pereza y estulticia de la existente, alcohol, escaso crédito- liquidaron...» Etc.
Americanismos y peruanismos abundan también en esta escritura, «pericote» (ratón), «playa» (explanada), «pomos» (frascos), etc.
Retórica y eufemismos. Evita el nombre rata o ratón a toda costa con perífrasis: «la colonia de invasores, la especie asesina, los parduzcos, los veloces, los inmundos, el enemigo, los plomizos, los supliciados, los asquerosos».
Hipérbole, «juró que, hasta el último instante; se consagraría a la aniquilación de la especie asesina";

Analiza detalladamente estos recursos presentados en el punto D, incorporando nuevos ejemplos del texto y busca la relación que hay entre el empleo de dichos recursos y ambos tipos de “novela”, mencionados en el punto A

Si quieren, pueden hacerlo de a dos. NO MÁS.
Les puse una foto de "Varguitas" por si inspira

Me siento identificada...

No me da mucha risa...

Primera tanda de respuestas sobre "La tía Julia..."


















En varios momentos de la narración de esta novela aparecen alusiones negativas hacia los argentinos.  Una de las  características que induce Vargas Llosa es la aversión a la Argentina. A lo largo de LA TÍA JÚLIA Y EL ESCRIBIDOR hay varios ejemplos, por lo tanto, explicaré los que considero más importantes.              
Cuando comienza el primer capítulo, dice: “(…) Las dos estaciones de radio pertenecían al mismo dueño y eran vecinas, en la calle Belén, muy cerca de la plaza San Martín. No se parecían en nada. Más bien, como esas hermanas de tragedia que han nacido, una, llena de gracias y, la otra, de defectos, se distinguían por sus contrastes. Radio Panamericana ocupaba el segundo piso y la azotea de un edificio flamante, y tenía, en su personal, ambiciones y programación, cierto aire extranjerizante y snob, ínfulas de modernidad, de juventud, de aristocracia. Aunque sus locutores no eran argentinos (habría dicho Pedro Camacho) merecían serlo. (…)” En este fragmento se observa cómo el autor desprecia a los argentinos. Cuando habla de las dos estaciones de radio, dice que una está llena de gracia y la otra de defectos. Por lo tanto, Pedro Camacho dice que aunque los locutores no eran argentinos merecían serlo, ya que la estación está llena de defectos. A mi juicio, Camacho lo dice además, porque es el encargado de todos los radioteatros de Radio Central y no de Radio Panamericana. Considera su radio como llena de gracia, y a la otra llena de defectos.
                Otro fragmento que refleja el odio por los argentinos es al final del primer capítulo, Mario se enoja con Pascual, debido a que dedica todo el boletín de las once a un terremoto de Ispahán, que había ocurrido hacía una semana. Cuando se enteran de dónde es el origen de la noticia, de una revista argentina, Mario llama a Pascual irresponsable y prosigue: “(…) Yo le explicaba que no nos pagaban para entretener a los oyentes, sino para resumirles las noticias de cada día (…)”. Luego, Pascual le responde que tienen concepciones diferentes del periodismo, y le contesta “(…) si se empeñaba (…) en seguir aplicando su concepción tremendista del periodismo muy pronto estaríamos los dos en la calle. (…)” Claramente se observa que para Mario los periodistas argentinos entretienen a los oyentes, es decir dicen lo que la gente quiere escuchar, pero no hacen un resumen las noticias propiamente dichas. Por lo tanto, aparece otra alusión negativa, con la cual estoy de acuerdo, ya que es común en Argentina.
Otro ejemplo se sitúa en el capítulo tres, cuando Pedro Camacho dice que va a renunciar si ponen a algún actor argentino en los radioteatros. El personaje asoma a cada instante su odio delirante contra Argentina y contra los argentinos. Además, es muy interesante cuando dice: “(…) Toda Argentina está inundada de obras mías, envilecidas por plumíferos rioplatenses. ¿Se ha topado usted en la vida con argentinos? Cuando vea uno, cámbiese de vereda, porque la argentinidad, como el sarampión, es contagiosa. (…)” Evidentemente, Pedro Camacho  tiene un odio inmenso contra los argentinos y no pone reparos a la hora de insultarles. Asimismo, discrimina la forma en que escriben los argentinos cuando dice “(…) Además de cambiarles los títulos y los nombres a los personajes, por supuesto. Los condimentan siempre con esas esencias argentinas (…)” Refleja su punto de vista; los argentinos no tienen creatividad, sino que se copian de escritores y les cambian los nombres y títulos. En este fragmento el autor esta ironizando. Sostengo que se refiere a que los argentinos buscamos el menor esfuerzo posible, por ende, no tenemos ni creatividad.
En conclusión, considero que el autor enjuicia, ironiza o critica mucho a los argentinos. Es evidente que tiene un odio considerable contra los argentinos.  Es una especie de desdén, un sentimiento superior, un odio que le viene de niño, y lo lleva en la sangre. Coincido cuando dice que las radios dicen lo que la gente quiere escuchar, y no hacen un resumen de las noticias propiamente dichas.  Pero considero que los argentinos si tenemos creatividad, pero buscamos siempre lo más fácil, y a modo de ironía el autor lo refleja cuando dice que nos copiamos de la historia pero le cambiamos el título y los nombres a los personajes. Por último, sostengo que está exagerado el odio por los argentinos pero es una manera de exaltar las alusiones negativas. Alumna: Eugenia Gamaleri
Pedro Camacho, es un escritor de radioteatros e interpretador del mismo donde siempre actuaba como galán. Él es de Bolivia, iba a Perú a realizar un radioteatro en La Panamericana, cuando se entero que debía trabajar con actores argentinos se puso en contra comentando que él no iba a trabajar con ninguno de ellos, convenciendo a sus compañeros de obras.           
Pedro detestaba a los argentinos por muchas razones. Una de las primeras era que los argentinos arribaban al Perú a trabajar en radioteatros por haber sido expulsados por  razones políticas. Otra razón era que la Argentina estaba inundada por obras de él, pero alteradas,  enriquecidas y encanalladas por autores del Plata ya que ellos les cambiaban los títulos, los nombres de los personajes y las condimentaban con la esencia argentina, para parecer más autóctona.
Lamentablemente todavía no había una ley de derecho de autor, lo que hacía que enfurezca a cualquier escritor que fuese saboteado.  Luisina
Alusiones negativas hacia los argentinos:
I) -Ha habido un lío en Radio Central entre Pedro Camacho y Genaro-papá -me contó-. El boliviano no quiere ningún actor argentino en los radioteatros o dice que se va. Consiguió que Luciano Pando y Josefina Sánchez lo apoyen y se ha salido con su gusto. Van a cancelarles los contratos, ¿qué bueno, no?
    Había una feroz rivalidad entre los locutores, animadores y actores nativos y los argentinos -llegaban al Perú por oleadas, muchos de ellos expulsados por razones políticas- y me imaginé que el escriba boliviano había hecho esa operación para ganarse la simpatía de sus compañeros de trabajo aborígenes. Pero no, pronto descubrí que era incapaz de esa clase de cálculos. Su odio a los argentinos en general, y a los actores y actrices argentinos en particular, parecía desinteresado. Fui a verlo después del boletín de las siete, para decirle que tenía un rato libre y podía ayudarlo con los datos que necesitaba. Me hizo pasar a su cubil y con un gesto munificente me ofreció el único asiento posible, fuera de su silla: una esquina de la mesa que le servía de escritorio.
II) -Toda Argentina está inundada de obras mías, envilecidas por plumíferos rioplatenses. ¿Se ha topado usted en la vida con argentinos? Cuando vea uno, cámbiese de vereda, porque la argentinidad, como el sarampión, es contagiosa.
    Había palidecido y le vibraba la nariz. Apretó los dientes e hizo una mueca de asco. Me sentí confuso ante esa nueva expresión de su personalidad y balbuceé algo vago y general, era lamentable que en América Latina no hubiera una ley de derechos de autor, que no se protegiera la propiedad intelectual. Había vuelto a meter la pata.
    -No se trata de eso, a mí no me importa ser plagiado -replicó, más furioso aún-. Los artistas no trabajamos por la gloria, sino por amor al hombre. Qué más quisiera yo que mi obra se difundiera por el mundo, aunque sea bajo otras rúbricas. Lo que no se les puede perdonar a los cacógrafos del Plata es que alteren mis libretos, que los encanallen. ¿Sabe usted lo que les hacen? Además de cambiarles los títulos y los nombres a los personajes, por supuesto. Los condimentan siempre con esas esencias argentinas...
Texto Argumentativo.
Pedro Camacho es un chico boliviano de dieciocho años, trabaja como Director de Informaciones de Radio Panamericana en Perú. Su gran sueño es ser escritor y tener una buhardilla en París, pero de momento se conforma haciendo boletines para la radio en que trabaja.                                                               
Además  este hombre tiene un odio inmenso a los argentinos y no pone reparos a la hora de insultarlos.                                                                                
 Una de las causas de su odio es porque los argentinos llegaban a Perú para trabajar en los radioteatros por haber sido expulsados de Argentina por razones políticas.                                                                                                               
  Otra causa de su repulsión hacia los argentinos es que Argentina estaba repleta de sus obras, pero no con su nombre, sino, con nombres de autores que adulteraban y enriquecían sus obras y les cambiaban los títulos y los nombres de los personajes.                                                                                              
  Lo más indignante para él fue que todavía no había nada, ni siquiera una ley que protegiera el derecho de autor. Julieta Avaro Mmmm, Pedro Camacho tiene 50 años y no sueña con irse a París, ese es Mario, y además es quien tiene 18 años.
Pedro Camacho el boliviano, esta en contra de los argentinos, odia a casi todos pero en general a los actores; Dice que se van a Perú porque en su país muchos de ellos fueron expulsados por razones políticas.
Otra de las razones por la cual se enoja es porque los argentinos le cambiaban los títulos y nombres a los personajes de muchas de sus obras.
Lo que más lamenta él, es que no hay una ley que proteja el derecho del autor, dice que es indignante como sabotean las obras de todos.
 Antonela Te falta hacer un texto argumentativo en el justifiques o te opongas a la postura de Camacho.
En la novela La tía Julia y el Escribidor, uno de los personajes, es Pedro Camacho, un escritor de radioteatros, nacido en Bolivia, quien trabaja en La radio Panamericana junto a otros escritores. Algunos de estos escritores eran argentinos, los cuales (a quienes) detestaba mucho, por lo tanto tenía varias razones por las cuales (que)  no estaba de acuerdo con ellos.               
Primero cuando los argentinos eran destituidos de los radioteatros por razones políticas, se iban al Perú a trabajar. También los odiaba, ya que decía que los escritores argentinos encanallaban los libros, además de cambiarles el título, y el nombre de los personajes, los condimentaban con esencias Argentinas… (Cap. III)
Su odio era general, tanto para actores como actrices. Llamó a éstos plumíferos rioplatenses, para no llamarlos argentinos, ya que le disgustaba.
Comparó a la Argentina, con el sarampión, mencionando que si veía un Argentino en la calle, que se cambiase de vereda porque se iba a contagiar.
La realidad era que no había una ley de derecho de autor, por lo tanto Camacho junto a otros escritores estaban en desacuerdo.
Con respecto a los cuentos que Pedro redactaba aparecen muy claras las alusiones que tiene en contra de los argentinos.
Cuando el guardia Zárate cambia cinco estampillas por una, que no que valen nada; el comentario de que la proverbial hombría de los porteños de Buenos Aires era un mito porque la mayoría de ellos practica la homosexualidad; y la mención de que la familia de Sarita Huanca Salaverría tenía esa costumbre bonaerense de hacer sus necesidades en un balde el en mismo recinto donde se come y duerme.
Estas frases son los prejuicios nacionalistas que tenía Camacho hacia los argentinos, y en contra de la Argentina. Rocío
Pude percibir el odio y la repelencia que Pedro Camacho les tiene a los argentinos, impactan los gestos y las palabras que usa para referirse de manera despectiva a nosotros. La manera en la que el autor describe los sentimientos de Camacho permite que las diferentes situaciones en las que él expresa la repelencia hacia los argentinos, nos resulten agresivas y de este modo nos quedan plasmadas en nuestras mentes.
         A pesar de que todos tenemos defectos y no existe una sociedad perfecta en todos los aspectos, considero que las características que se les proporcionaron a los argentinos en la novela no son las apropiadas. Es probable que seamos arrogantes y engreídos en ciertas situaciones, pero no creo que éstas sean características principales de la sociedad argentina. Asimismo creo que es necesario que no se generalice a la hora de opinar sobre un pueblo o nación por el sólo hecho de conocer un caso en particular. Es decir, no considero correcto el hecho de calificar a millones de personas de determinada manera sólo porque una persona de su misma nacionalidad tiene esas características específicas.
Pilar Moreno

- "No quiero a ningún argentino en mis radioteatros, los detesto".
Estas fueron palabras de Pedro Camacho al dirigirse a Don Mario en una charla que cada vez se ponía mas tensa. Decía que toda la Argentina estaba inundada de sus obras, degradadas por plumíferos rioplatenses. Lo que a él le molestaba no era que lo hayan plagiado y, por lo tanto, robado los derechos de autor, si no que cambiasen sus títulos y los nombres a los personajes, alteren sus libretos y que los degraden y envilezcan. Decía que condimentaban sus obras con esas esencias argentinas: la cojudez y la mariconería.
Su odio hacia los argentinos no era por robo de sus obras. Es más, el lo que más quería era que éstas se difundieran por el mundo. Lo que lo enfurecía totalmente era que su propiedad intelectual fuera rebajada y humillada por "plumíferos rioplatenses".
Camacho advierte a Mario de que se cambie de vereda cuando vea un argentino, comparándolos con una enfermedad como el sarampión, que se contagia fácilmente.

Los argumentos que utiliza Camacho para explicar su odio hacia los argentinos son: apropiarse de obras modificándolas a su gusto y condimentándolas con dos esencias argentinas: la cojudez y la mariconería.
Florencia Padrós

La tía Julia y el escribidor                          Primer trabajo práctico
                                                                             28 de abril de 2010
En su novela, Vargas Llosa describe el sentimiento nacionalista de su país, Perú, y, además, se compara con los países vecinos, con quienes tienen que convivir, interactuar, etcétera, a diario. El personaje Pedro Camacho, en particular, es un hombre antiargentino, que considera a éstos unos soberbios, arrogantes, creídos, y varios atributitos negativos más, que, creo yo, no tiene argumentos creíbles para demostrarlo.
Para empezar, el autor hace una generalización, atribuyéndole características negativas a todo argentino, esto se puede ver en la siguiente cita: “Ha impuesto la argentina costumbre -tan popular en los hogares del hermano país- de no jalar la cadena del excusado sino una vez al día”. En mi opinión, haber experimentado tal situación con algún argentino, no justifica que todos tengan la misma.
Luego, cuando un compañero de trabajo del personaje principal publica una noticia argentina, que, inmediatamente, causa aburrimiento al público, éste lo acusa de irresponsable. Lo ofende –ataque al hombre ofensivo- diciéndole que a nadie se le ocurriría hacer algo que, de antemano, se sabe que no sería aprobado. Sin embargo, este hombre no tiene sus mismos prejuicios, por lo tanto no se limita a clasificar algo como “malo” por su lugar de origen.
Otra cita que creo importante para destacar es: ¿Se ha topado usted en la vida con argentinos? Cuando vea uno, cámbiese de vereda, porque la argentinidad, como el sarampión, es contagiosa. Allí está haciendo apelación al temor de la gente. Compara a la comunidad argentina con una enfermedad seria, contagiosa, que deja secuelas muy molestas. Alguien que no ha tenido la oportunidad de conocer a un rioplatense, no querrá acercarse a éstos luego de oír tan fuerte descripción.  Y ante alguna situación en que hay un argentino presente, intrometiéndose, lo manda a “cantar tangos”, es decir, desea que se aleje para que todo vuelva a ser normal.
En conclusión, creo que al autor le pasa con Argentina lo mismo que a nosotros con países como Chile o Bolivia, tenemos prejuicios y nos negamos a conocer como son realmente, es decir, solemos quedarnos con la primera impresión. Asimismo, pienso que al ser países que estamos atravesando conflictos similares, buscando el desarrollo, y acostumbramos a imitar a otros, hay una tensa competencia entre nosotros que pareciera nos lleva al rechazo, al desprestigio.  Malena Lorenzo
Las alusiones que encontré a lo largo de la novela fueron los siguientes:
Capitulo III, Dialogo de Pedro Camacho y Mario.
-Toda Argentina está inundada de obras mías, envilecidas por plumíferos rioplatenses. ¿Se ha topado usted en la vida con argentinos? Cuando vea a uno, cámbiese de vereda, porque la argentinidad, como el sarampión, es contagiosa.
-Lo que no se les puede perdonar a los cacógrafos del Plata es que alteren mis libretos, que los encanallen. ¿Sabe usted lo que les hacen? Además de cambiarles los títulos y los nombres a los personajes, por supuesto. Los condimentan siempre con esas esencias argentinas…
“La cojudez y la mariconería”.

Vivimos en una Argentina donde la inseguridad, la violencia y la delincuencia están presentes en la actualidad. La mayoría de las personas, por lo que creo yo, no tienen educación y en algunos casos son menores perdidos, a veces, por las drogas.
Cuando Pedro Camacho exclama: “Cuando vea a uno, cámbiese de vereda, porque la argentinidad, como el sarampión, es contagiosa”, me refiero a esto. Creo que está haciendo hincapié en la delincuencia e inseguridad y como éstas se van propagando entre los mismos habitantes argentinos.
De esta manera, estoy a favor de Pedro Camacho debido a que habla de la realidad de hoy en día.
Cuando menciona “La cojudez y mariconería”, no se muy bien a que se refiere. Creería que es por el lenguaje propio de los argentinos. Si es por eso, no estoy de acuerdo con él, ya que en Bolivia, también se utilizaría un lenguaje propio y, además es mi lenguaje y lo acepto.

En el capitulo VII, hay un problema con una carta del embajador argentino dirigida a Radio Central, en lenguaje mefítico, protestando por las alusiones “calumniosas, perversas y psicóticas”:
“*En una sugería que la proverbial hombría de los porteños era un mito pues casi todos practicaban la homosexualidad.”
“*Que en las familias bonaerenses, tan gregarias, se sacrificaba por hambre a las bocas inútiles -ancianos y enfermos- para aligerar el presupuesto.”
“*Que lo de las vacas era para la exportación porque allá, en casita, el manjar verdaderamente codiciado era el caballo.”
“*Que la extendida practica de fútbol, por culpa sobre todo del cabezazo a la pelota, había lesionado a los genes nacionales.”

En conjunto con todas estas frases, creo que tanto es el odio de Pedro hacia los argentinos que, además de hacer hincapié en la delincuencia, también logra describirnos como monstruos y como nuestras costumbres son altamente inmorales. De esta manera no estoy a favor de Camacho, sólo cuando habla de la homosexualidad, debido a que es otra de las realidades de la actual Argentina. Cierto que se práctica en cualquier lugar del mundo, pero en éste caso se elige hablar de la Argentina y como existe este fenómeno entre los hombres de la capital.  Está bien, sólo quería decirte que la novela fue escrita en 1954, cuando en Argentina no había asomo de inseguridad y era un país próspero y muy muy moderno, con un brillante porvenir. No era este país en el que vivimos ahora...
Martina Loddi

En la novela “La tía Julia y el escribidor” se menciona negativamente a los argentinos.
Se desprecia a los actores, se compara a la argentinidad con el sarampión con el fin de caracterizarla como contagiosa y  se desprecia el valor de distintas cosas argentinas como por ejemplo las estampillas y las revistas.
No estoy de acuerdo con la forma en la que Mario Vargas Llosa critica a los argentinos a través de “La tía Julia y el escribidor”  porque creo que los sentimientos que el tiene hacia nosotros se basan particularmente en aspectos políticos. Él afirmo en una entrevista que Argentina cometió un gran error al elegir el peronismo y también dijo que una pareja como los Kirchner no puede estar gobernando el país.
Desde mi punto de vista,  lo que él hace es despreciar y criticar todo lo que tenga que ver con Argentina, solo por no estar de acuerdo con nuestra política. Sofía Godoy
Si bien los argentinos no tenemos buena fama en muchos países, no todos somos como se describe en el libro, es por eso que creo que no se debe generalizar tanto, ya que alguna vez en nuestra historia tuvimos personas muy famosas y respetables, aunque también estuvieron aquellos que fueron unos chantas o arrogantes como describe Pedro Camacho en el libro, a pesar de que se puede estar hablando horas y horas sobre estas personas que hieren por así decirlo a nuestro orgullo argentino, no me parece perder el tiempo hablando de ellos y tampoco tener una postura a favor de Pedro Camacho, por el simple motivo, que soy argentina y no me gusta para nada hablar mal de aquéllas personas que tienen mi misma nacionalidad, y tampoco me gusta esto de andar generalizando a las personas, por eso opte estar en contra de lo escrito en el libro y a favor de Argentina , porque creo que se le debe tener mucha mas importancia, respeto y tiempo a aquéllos que si hicieron algo por nuestra historia y gracias a ello (aquello) que hicieron, obtuvieron diferentes reconocimientos, dentro de su mismo (nuestro mismo) país o fuera de el; es que quiero creer que gracias a estas personas somos por así decirlo “reconocidos”, y no por el simple echo de tener alguna que otra persona “arrogante o chanta” en nuestro país.  
Y volviendo a mi postura a favor de los argentinos, eh encontrado varios premios que han recibido argentinos muy reconocidos dentro del campo de la ciencia, la medicina, la música, etc.
Grandes personas como Carlos Saavedra Lamas y Adolfo Pérez Esquivel han recibido el Premio Novel de la Paz, Bernardo Alberto Houssay, ha recibido el Nobel en Fisiología y ,  Luis Federico Leloir Ganó el Premio Nobel de Química, Cesar Milstein Ganó el Premio Nobel en Fisiología y Medicina,  Mercedes Sosa recibió varios premios y distinciones. Entre ellos, el Gran Premio CAMU-UNESCO 1995, otorgado por el Consejo Argentino de la Música y por la Secretaría Regional para América Latina y el Caribe, del Consejo Internacional de la Música de la UNESCO.
Y el nombrar solamente a estas personas esta mal, ya que también hay otros beneficiados, como también están aquellos a los que no se les ha otorgado ningún premio, es decir, no han sido reconocidos por lo que hicieron, o lograron.
Por otro lado, algo que tenemos también muy bueno los argentinos es que somos “reconocidos” por nuestra producción artística ya que se encuentra entre las más importantes de Sudamérica.
Para terminar, espero que halla quedado en claro el porque de mi postura a favor de los argentinos, de mi país, ya que creo que a pesar de no ser perfectos, tenemos grandes cosas, a las cual valoramos y defendemos todos como nación y como país.
Agustina Julián
En la narración de esta novela las alusiones negativas son:
“los argentinos son como el sarampión, contagiosos, arrogantes, cursis, cojudos y maricones.”
No estoy de acuerdo con esos calificativos ya que, considero que todos los argentinos no somos así. 
Aunque a veces siento que algunas personas se han comportado de esa manera en el mundo y es por esa razón  que todos hemos caído en la misma bolsa.   Laura Elissamburu.

Para fundamentar mi opinión quiero expresar que estoy orgullosa de ser argentina pero, en honor a la verdad creo que debo reconocer que somos un País que tiene una doble corriente del pensamiento: Una relacionada con el espíritu republicano, de la defensa de los derechos de los habitantes y de la igualdad de oportunidades. Pero también existe otra corriente de opinión -como subterránea- de rechazo a los extranjeros. Cuando uno se pone a indagar un poco estas actitudes saltan. Hay como una fachada que muestra a la Argentina como país a la vanguardia en la aceptación de las corrientes migratorias, pero si bien esto se dio y vinieron muchos inmigrantes, también no fueron aceptados fácilmente. Esta ha sido una de las razones más importantes para que una gran parte de los que llegaron sacaran a relucir nuestros peores defectos.
Así nos sentimos invadidos por bolivianos, peruanos, uruguayos, chilenos y paraguayos más que considerarlos nuestros hermanos latinoamericanos, nos molestan creemos que ocupan espacios que nos pertenecen, que nos quitan fuentes de trabajo pero que también aprovechamos la volada y muchas veces los explotamos. Sin embargo ni siquiera sentimos vergüenza cuando recordamos que la  República Argentina es un crisol de razas o recitamos el preámbulo de la Constitución Nacional que invita a todos los hombres del mundo a habitar el suelo argentino. Caro Becq
Pedro Camacho hace una crítica sobre los argentinos refiriéndose a nosotros como idiotas y maricones, también dice que somos una enfermedad que es mejor evitar ya que es muy contagiosa.
Creo que Camacho no da los argumentos suficientes para sostener su postura en contra de los argentinos, y no me parece que tenga que utilizar el término “cojudez” para referirse a nosotros, porque ese tipo de personas hay en todos lados.
 Pero al decir esto tampoco estoy en total desacuerdo con lo que piensa, porque una característica muy particular de la mayoría de los argentinos es el ser prejuiciosos e intolerantes, principalmente respecto a las personas provenientes de otros países y creo que esa es una manera de ser “maricones”, porque lo primero que hacemos frente a un extranjero es tratarlo como si fuera inferior  y al verlo diferente a nosotros lo negamos. La realidad es que hacemos esto porque vemos a las cosas diferentes como una amenaza y por esto es que surgen la mayoría de nuestros prejuicios. Valentina Martín

  • En varios momentos de la narración de esta novela aparecen alusiones negativas hacia los argentinos.
Rastréalas, reconstruye esa imagen que se plasma en la obra y escribe un texto argumentativo corto, a favor de dicha imagen. Puedes buscar información en otros textos, apuntes, entrevistas, etc., para realizar la tarea.

Mario Vargas Llosa en su novela, "La tía Julia y el escribidor", cita a muchos personajes, los cuales, algunos, son de diferentes nacionalidades como Pedro Camacho que es un actor de radioteatro boliviano. Este personaje hace alusión a nosotros, los argentinos, de una manera muy negativa, como molesto y enojado con esta nacionalidad. ¿Pero qué razones tiene para tener este sentimiento hacia los argentinos? En mi opinión, ninguna. En ningún momento justifica o trata de justificar ese odio feroz hacia nuestra sociedad. Creo que le pasa como nos pasa a nosotros, a todos. Es prejuicioso. Nos pasa tanto con países vecinos como con cualquier país al que a una persona o sociedad le encontremos un defecto. Capaz que ese defecto también lo tenemos nosotros, pero las personas tendemos a mirar primero lo de los demás que lo nuestro, tratar de corregir lo de afuera y no lo de adentro. Las sociedades tienen incorporadas esas "manías" de criticar a los extranjeros, es muy posible que algún extranjero conozcamos en nuestras vidas, pero no nos importa primero criticarlo y después conocerlo, en lugar de ser en viceversa ese proceso.
Desde mi punto de vista, esto va más allá de un simple personaje en una novela, porque esa novela la leyeron y la leerán centenares de personas y así es como se generan malas impresiones, tanto de los argentinos, como de otras nacionalidades. No solo estoy en contra del texto de este personaje, sino de la escritura de Vargas Llosa al difundir una mala y errónea imagen, en este caso de Argentina. Irina Gallardo

En el libro "La tía Julia y el escribidor" del autor peruano Mario Vargas Llosa se hacen alusiones negativas hacia los argentinos. Se los describe como arrogantes, intentando parecer sofisticados e intelectuales. También se menciona que tratan de parecerse a personas europeas o estadounidenses. La prensa argentina es identificada como "tremendista" y sería absurdo considerarla como difundidora de noticias importantes. Además, como se puede observar a través del relato, mientras los peruanos sienten aversión hacia los argentinos, los bolivianos los detestan e incluso me atrevería a decir que los odian. Los llaman de una manera despectiva "gauchos".
   En primer lugar, a mi modo de pensar no se debería clasificar con un estereotipo a todos los argentinos. Se está elevando lo particular a la categoría de general y los datos para justificar esta generalización son insuficientes. De esa manera, son discriminados injustamente; y no sería de agrado para bolivianos ni peruanos ser tratados de esa manera, unos a otros debemos tratarnos como iguales.
   En segundo lugar, es extensamente creído que los argentinos intentan asemejarse a extranjeros para parecer más refinados. No obstante, es un hecho que Argentina tuvo una influencia importante de inmigrantes que provinieron de distintos lugares del mundo, en especial de Europa. Por consiguiente, las culturas europeas se fueron mezclando con la de los habitantes del suelo argentino y todavía gran parte de ellas está arraigada a las costumbres de este país.
  Asimismo, debo aceptar que algunos argentinos se comportan de la forma en que son descriptos por el relato narrativo en cuestión, pero son mayoritariamente aquellas personas que viven en grandes ciudades y que tienen grandes sumas de dinero en sus cuentas bancarias. Este grupo social también adopta una manera de hablar específica, para diferenciarse de los demás. Hay que considerar que en general, muchos países presentan este grupo social entre sus habitantes. Sin embargo, esto no significa que todos los argentinos sean así.
  Con respecto a la prensa, creo que en la mayoría de los Estados del mundo existe una prensa “amarillista” y otra un poco más imparcial que relata noticias de interés común a un número de personas más grande que aquel público interesado en escuchar noticias escandalosas y sobre producidas.
  Teniendo en cuenta todo lo anteriormente mencionado, puedo concluir que el hecho de crear un estereotipo para encasillar a un grupo de personas es degradante y debería ser evitado. No todos los argentinos son arrogantes y soberbios aunque unos pocos den esa impresión. Dominique Courreges


La manera en la que el autor describe la agresividad en la que Pablo Camacho hace referencia de los argentinos, hace que nos haga sentir despreciados por otras sociedades. Pero en mi opinión, creo que “la argentinidad”, vendría a ser la arrogancia plasmada en seres humanos con costumbres retrogradas, que desde que se conformo su nación, fueron despreciables y soberbios, es probable que no todos seamos de la misma forma en situaciones puntuales. Me gusta la idea de “La cojudez y la mariconeria” y voy a hacer hincapié en ella, ya que la esencia de esta sociedad es atribuirse facultades, que tienen un fin vil.

Por otra parte es un poco exagerado el solo hecho de tener que cruzar a la vereda del frente para no pasar por al lado de un argentino o que nos comparen con una enfermedad como seria la de sarampión por el solo hecho de que una persona haya dado una mala impresión de nuestra sociedad.

Saludos, Paula Cepa.


El autor de La Tía Julia y el Escribidor, a través del personaje interpretado por Pedro Camacho, hace referencia del desprecio hacia los argentinos. Este personaje hace boletines que escribe para la radio en la que trabaja, en Bolivia.
Una de las causantes de su odio lo refleja en varios relatos, como por ejemplo, la invasión de los argentinos a Perú a sus lugares de trabajo justificado por diferentes tipos de razones.
También dice que debe haber una ley de derechos de autor, ya que los argentinos se apropian de las obras ajenas, alterándolas y haciéndolas propias.
El autor nos subestima en forma permanente, desvalorizandonos, llegando a un punto extremo de su ira. Más allá de algunas interpretaciones lógicas en las que algunas estoy de acuerdo, su problema es personal.
Esta claro que el resentimiento, odio, rencor, el desprecio, tienen que ver con su baja autoestima, con el gran complejo de inferioridad que él tiene, que seguramente lo trae desde su infancia. Este sentimiento hoy fluye en él, porque se topa con una cultura, la argentina, argentina, que si se siente segura de si misma, que quiere crecer, que por supuesto observa al primer mundo, pero para aprender, para mejorar, y para poder plasmar su creatividad.
Tal vez somos catalogados de egocéntricos, soberbios en algunos puntos que nos reflejan, pero si hay algo que le sobra a este país, que es característico en nosotros, es el amor propio y la seguridad en nosotros mismos. Jaqueline Lamanno



CHICAS (SÍ, ES ASÍ. SI ES POR CUESTIÓN DE GÉNERO, VAN PRIMERAS)
ESTÁN MUY MUY BIEN SUS TEXTOS, ALGUNOS MEJORES QUE OTROS, PERO ES ASÍ. CORREJÍ UN DATO ERRÓNEO Y ALGUNOS ERRORES DE CONSTRUCCIÓN Y ORTOGRÁFICO (PORQUE DOLÍAN UN POCO), LO MENOS GRAVE, LO DEJÉ PASAR.
NO ME PARECIÓ CORRECTO AGREGAR COMENTARIOS AL PIE - ESTAR EN 3ERO DE POLIMODAL AMERITA CIERTO RESPETO-.
Y disfruten!











viernes, 23 de abril de 2010

Primera pregunta sobre "La Tía Julia y...."

En varios momentos de la narración de esta novela aparecen alusiones negativas hacia los argentinos.
Rastréalas, reconstruye esa imagen que se plasma en la obra y escribe un texto argumentativo corto, a favor de dicha imagen. Puedes buscar información en otros textos, apuntes, entrevistas, etc., para realizar la tarea.